miércoles, 10 de marzo de 2010

PIERRE PUGET

Desde muy joven se instala en Roma, donde permanecería hasta la década de los sesenta. En la Ciudad Eterna, se inicia bajo los consejos de Pietro da Cortona. Sería su colaborador en la decoración del Palacio Pitti. De Roma se traslada a Génova en 1668 y allí trabaja en la ejecución de un San Sebastián y del Beato Alejandro Sauli. En estas dos obras se acerca al espíritu barroco de su tiempo. Su siguiente destino es París, donde se introduce en la corte, pero se interpone la figura de Colbert por lo que su obra queda relegada a un segundo plano. Por otra parte, el barroquismo italiano de sus creaciones nada tenía que ver con las tendencias francesas, mucho más clásicas. De regreso a Italia vuelve a trabajar en obras de corte mitológico. Sus creaciones cautivaron el gusto de Luis XIV que le llamó de nuevo a la corte. Allí ejecutó Perseo y Andrómeda, entre otras figuras de corte mitológico.
Encuentro de Alejandro con Diógenes, Como en las obras de bulto redondo, hay una tensión psicológica a la que contribuye el predominio de las líneas diagonales, aunque la composición siempre está contenida en un marco exacto que controla la expansibilidad, cosa a la que en este caso contribuye también la quietud del fondo arquitectónico.

Encuentro de Alejandro con Diógenes




Andromeda y Perseo


Milón de Crotona

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