viernes, 1 de enero de 2010

FERRER BASSA

Trabajó en el segundo cuarto del siglo XIV, entre 1324 y 1348. Pintó para los reyes de Aragón Alfonso IV, fallecido en 1336, y su sucesor Pedro el Ceremonioso. Su obra revela que conocía a Giotto, aunque no se ha podido determinar la forma en que lo conoció: si estuvo en Italia o bien le llegó esta influencia de manera indirecta, a través de Aviñón.

Ferrer Bassa abandonó la influencia francesa del primer gótico hispano. Como otros pintores de la Corona de Aragón, recibió la influencia de la escuela sienesa. Se considera que es el primer representante del estilo italo-gótico en la pintura catalana del siglo XIV. No obstante, es más expresivo, menos elegante que el original sienés, con algún rasgo de la escuela florentina.

Su obra más destacada son los murales al fresco de la pequeña capilla de San Miguel, en el Monasterio de Pedralbes, Barcelona. Se los encargó la abadesa Saportella.
Representa una veintena de escenas, con dos temas principales: La Pasión de Cristo (Flagelación, Cristo llevando la Cruz, Crucifixión, Descenso de la Cruz y Entierro) y los Gozos de María (Anunciación, Natividad, Glorificación y Coronación de la Virgen).
La Natividad, Libro de horas de la reina María de NavarraSe añaden al conjunto imágenes de santos: San Juan Bautista, Santiago, Santa Eulalia y Santa Catalina.
Como miniaturista, se considera que decoró los Usatges, así como el Libro de horas de la reina María de Navarra.

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