domingo, 14 de agosto de 2011

LA VIRGEN BLANCA



La escultura de la Virgen con el Niño se localiza en el parteluz de la portada occidental de la catedral de León. Esta escultura se realiza en el siglo XIII.
            Se trata de una figura de bulto redondo en piedra, ubicada. En esta figura se representa a la Virgen que coge a Jesús con el brazo izquierdo, y Jesús bendice con su mano derecha, mientras con la izquierda sujeta el orbe.e
            Esta obra destaca por 3 aspectos: el naturalismo de los rostros y su postura, el tratamiento de las telas y el programa iconográfico en el que se encuentra.
             En los rostros de las figuras se puede observar la leve sonrisa en la Virgen y la del Niño, perdiendo así la rigidez de expresión tan típica del Románico. Además, se ha dado una individualización de los rasgos faciales, se trata de rostros concretos que se diferencian de los demás. Ello unido a la postura, natural, con un gesto nada hierático sino cercano, habla de una evolución muy importante en la estatuaria medieval. La figura rompe la rigidez del marco, y el Niño está totalmente fuera del perímetro de la Madre. Se convierte en una postura realista. El realismo se adivina también en el tratamiento de los pliegues. No son pliegues rígidos, ni paralelos, típicos del Románico. Las formas triangulares de la zona de las piernas van a ser muy típicas del Gótico.


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