jueves, 11 de febrero de 2010

ESCULTURA ETRUSCA

Los artistas etruscos eran artesanos de gran habilidad. Ejecutaban piezas (estatuas, cerámica, espejos, cajas, etc.) de gran calidad y maestría en terracota, una caliza muy porosa llamada toba, barro, bronce y metal. Desarrollaron también piezas de joyería (en oro, plata y marfil) y una cerámica negra llamada bucchero. En el «Museo Archeologico Nazionale Etrusco della Città di Chiusi» pueden verse gran numerosas urnas funerarias, jarrones decorados con figuras negras y cerámica de bucchero, así como estatuillas de bronce. Igualmente pueden verse unas seiscientas urnas funerarias, de terracota y también de alabastro, en el Museo Guarnacci de Volterra.
Era una escultura fuertemente influida por modelos griegos, aunque no llegara jamás al mismo nivel de armonía y perfección que las estatuas atenienses o tebanas. No obstante, presenta algunas características singulares, como el naturalismo en la representación de rostros, que posteriormente transmitió a los romanos. El genuino busto etrusco, realizado en bronce fundido, difiere del «busto» griego en que la persona retratada no suele estar idealizada.
Como el resto de las expresiones artísticas, la escultura tenía como finalidad adorar a la divinidad, encontrándose por ejemplo estatuas de terracota en el templo de Veyes. También se vincula con los ritos funerarios, habiéndose encontrado numerosas esculturas etruscas en las tumbas, especialmente en Perugia, Volterra y Chiusi, que representan objetos o sujetos
En primer lugar, en las propias urnas de barro en las que se guardaban los restos de los fallecidos, aparecen elementos escultóricos representando elementos anatómicos del fallecido, por ejemplo, la tapa en forma de cabeza; bustos que podrían estar en el origen de los bustos romanos; esculturas y relieves en sarcófago donde, en una fase posterior, las figuras humanas en tamaño real surgen reclinadas sobre la tapa como si de un lecho se tratase (yacentes). Son muy significativas las parejas funerarias, en las que los esposos se encuentran recostados sobre un lecho. Los rostros denotan influencia de la escultura arcaica griega. En oposición a la escultura griega en piedra, la escultura etrusca toma forma en materiales más blandos que posibilitan una modulación más elástica, fluida y redondeada imbuyendo en las figuras una natural espontaneidad.
No sólo representaban personas, sino también animales, algunos de ellos de manera realista (como la Loba del Capitolio) pero otros de manera fantástica, de influencia orientalizante (la Quimera de Arezzo).
Ejemplos famosos de escultura etrusca son:
El «Apolo de Veyes» escultura del dios Apolo de siglo VI a.c. encontrada en el templo/santuario en honor a la diosa Minerva de Portonaccio (Veyes), atribuido a Vulca. La estatua mide 1,80 centímetros de alto y está realizada en terracota, el material más usado en las esculturas etruscas.
Formaba parte de una escena de Apolo y Hércules luchando sobre la cierva de Cerinia, doce metros por encima del suelo sobre rayos en la acrotera del Santuario de Minerva de Portonaccio, cerca de Veyes. Apolo, vestido en una túnica y capa corta, avanza hacia su izquierda con su brazo derecho estirado y doblado (su brazo izquierdo está hacia el suelo quizá con un arco en su mano); Hércules, con la cierva atada alrededor de sus piernas, se estira hacia la derecha, inclinándose para atacar con su porra y con su torso en una curva violenta.
Actualmente se encuentra en el Museo Etrusco Nacional. En su rostro se siente la influencia de la escultura griega arcaica.
Apolo de Veyes


 La «Quimera de Arezzo»: fechada entre 380 y 360 a. C. La quimera, según la mitología romana, fue abatida por Belerofonte, a lomos de su caballo Pegaso. Tras su descubrimiento en 1553 en Arezzo, se convirtió en símbolo del nacionalismo toscano. Hoy se encuentra en el Museo Archeologico de Florencia. Ejemplo de la animalística inspirada en los monstruos orientales, creados con partes de diversos animales.


Quimera de Arezzo

Marte de Todi, Es una de las rarísimas reliquias de la estatuaria antigua itálica hallada en nuestros días. Representa a un guerrero vestido con coraza y, en un principio con un yelmo, que se prepara a dedicar una libación antes de la batalla, vertiendo el líquido contenido en una forma peculiar de taza (patera) que sujeta con la mano derecha alargada, mientras que con la izquierda se apoya a una lanza de hierro (la patera y restos de la lanza, que no se ven en la foto, se hallan en la vitrina). La estatua, que denota influencias del arte griego a partir de mediados del s. V a.C., fue encontrada en Todi sepultada entre lastras de travertino, probablemente tras ser alcanzado por un rayo. La inscripción dedicatoria, en la lengua de los antiguos umbros y en alfabeto etrusco, recuerda que la estatua fue donada (dunum dede) por un tal Ahal Trutiti guerrero armado de un modo semejante al de los hoplitas griegos, aunque el armamento (tipo de coraza etc.) es en lo real, etrusco.


Marte Todi
El Orador o «Arringatore»: fechada entre el siglo II y el siglo I a. C. Al parecer representa a un noble llamado Aulus Metellus, pero se desconoce quien era. Fue encontrado cerca del lago Trasimeno en Umbría, y actualmente se encuentra en el Museo Archeologico de Florencia.

El sarcófago de los esposos: Existen numerosas dudas alrededor de este famoso sarcófago etrusco hallado en pedazos en una tumba de Caere. Los especialistas se plantean numerosas preguntas: si se representa a los cónyuges durante el banquete fúnebre o en cualquier otro banquete de la vida aristocrática; si el sarcófago está realizado para sepultar a ambos esposos o sólo a uno de ellos; por qué se produjo la sustitución de los sarcófagos en forma de cofre por estos lechos comensales. Sí parecen llegar a un acuerdo en cuanto al autor, que no sería griego -aunque las cabezas y los torsos tengan rasgos focenses-, al igual que el principio antihelénico por el que se rige el conjunto como es el desprecio por la parte inferior del cuerpo humano; las piernas no parecen existir aunque el calzado se reproduce con todo detalle.



Sarcofago de los Esposos.
El Frontón de Talamone, fronton con relieves de terracota de un templo etrusco del siglo II.


Frontón de Talamone
Apolo Helios, actualmente en el Museo Etrusco Nacional.
Loba del Capitolio que durante mucho tiempo se ha reputado una escultura etrusca, actualmente es considerada de época medieval. Se pensó que esta obra había sido realizada por un artista griego, aunque la mayoría de las opiniones se decantan por la manufactura etrusca, e incluso se ha atribuido a Vulca de Veii. La obra presenta rasgos de arcaismo. Se ha especulado mucho sobre sobre su colocación, la opinión mas común es que se debía tratar de una figura zoomorfa que tenían una función apotropaica, y que defendería la entrada de una tumbas.

Loba Capitolina
En las tumbas etruscas se encontraron numerosos objetos de metal y cerámico, en los que se observa la influencia de las culturas del Mediterráneo oriental. Todos estos productos fueron base para la exportación tanto hacia el norte de Europa como hacia Oriente.
Realizaron los etruscos numerosas figurillas, especialmente con bronce, y en general representa a la Tyrrhena sigilla de los romanos; también hay candelabros, y una gran variedad de objetos de ornato y utensilios. Del mismo material son los centenares de espejos grabados descubiertos, erróneamente llamados «pateras». A lo largo de los años se han encontrado copas de oro y otros trabajos de orfebrería que, en general, era muy rica y de formas complejas, con grabados, graneados, filigranas y repujados. La materia prima provenía de las minas que los etruscos explotaban en Elba (hierro) y Etruria (cobre). Estas últimas permitieron sus trabajos de decoración en bronce tan conseguidos y también armas y elementos para la flota. Con bronce hicieron sus monedas de gran tamaño.

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