Francisco Javier Sáenz de Oiza es una de las figuras más destacadas de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX.
Nació el 12 de octubre de 1918 en Cáseda, Navarra. Estudió en la Escuela de Arquitectura de Madrid, recibiendo el "Premio Aníbal Álvarez" al mejor expediente académico. En 1947 obtiene la beca "Conde de Cartagena", de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para viajar a los Estados Unidos y ampliar su formación. Tiene gran influencia sobre él el panorama arquitectónico norteamericano y el empleo de las nuevas tecnologías que permiten construir de una forma más rápida y más funcional. Por eso, cuando en 1949, regresa a España, pretende renovar con esos parámetros la arquitectura española.
Se dedicó simultáneamente a la enseñanza y a la creación. Impartió clases de Salubridad e Higiene y posteriormente, fue profesor de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Su trayectoria como arquitecto supera el historicismo de la posguerra y evoluciona hacia el racionalismo y el organicismo.
Sáenz de Oiza murió en Madrid el 18 de julio de 2000 como consecuencia de una larga enfermedad.
Principales obras de Sáenz de Oiza
El Santua
rio de Aranzazu
Es un edificio religioso situado en el municipio de Oñate en Guipúzcoa (País Vasco). Ante la necesidad de la construcción de una nueva basílica, se abrió un concurso de ideas para la realización del proyecto. Las premisas eran las de respetar las construcciones monacales existentes y la entrada de la carretera. Se apuesta, además, por una construcción centrada en dos ideas: amplitud y relevancia artística.
El proyecto se adjudicó a Sáenz de Oiza y a Luís Loaarga. Junto a ellos intervinieron el escultor Jorge Oteiza en la fachada principal, el pintor Lucio Muñoz en la decoración del ábside y el escultor Eduardo Chillida en las puertas principales de acceso.
Las obras comenzaron en 1950 y los materiales empleados fueron el hormigón, la piedra y el acero. Se construyó sobre la antigua iglesia, que había sido levantada en el siglo XIX, después de ser destruida por el incendio de 1834 y se conservó la planta, que sirvió de cripta.
El Edificio Torres Blancas

El proyecto es de 1961. Se trata de un edificio de 71 metros de altura, con veintiuna plantas destinadas a viviendas y oficinas, más dos plantas adicionales en lo alto del edificio. Una de las plantas intermedias está reservada para las instalaciones generales y en la azotea hay una piscina.
El nombre hace referencia al proyecto original de Sáenz de Oiza, en el que aparecían dos edificios de mármol. Pero en realidad, se trata de una única torre de color gris, ya que el material empleado es el hormigón, que se deja visto.
La estructura del edificio es de hormigón armado y no tiene pilares, son las paredes externas y la estructura vertical interna, las que garantizan la función de sustentación.
El edificio mantiene referencias a dos grandes maestros, Le corbusier y Wright. Del racionalismo de Le Corbusier toma la idea construir viviendas con jardines en altura. Un edificio aislado en el paisaje, abierto a la luz y al sol, autosuficiente, con servicios en lo alto, como una especie de micro-ciudad. De Wright toma sus propuestas organicistas.
Finalmente, Oiza realiza una síntesis personal de ambas tendencias. Es un edificio de viviendas de gran altura, que va creciendo orgánicamente, como un árbol. Se estructura a base de cilindros rodeados por balcones que incorporan verticalmente las escaleras, los ascensores y las instalaciones.
El Edificio Torres Blancas está considerado como una de las obras maestras del organicismo español.
La Torre del Banco de Bilbao (1972-78)
Sáenz de Oiza hizo este edificio para que sirviera de sede al Banco de Bilbao, en el paseo de la Castellana de Madrid. Se levantó teniendo en cuenta que debajo del edificio estaba el túnel del ferrocarril. Por ello, la estructura se apoya en dos grandes pilas de hormigón situadas a ambos lados del túnel. La estructura central sostiene seis plataformas de hormigón pretensado y cada una soporta a su vez, cinco pisos de estructura metálica.
Se trata de una torre de 107 metros de altura, de planta rectangular, que cuenta con dos núcleos que son a la vez de servicios (escaleras, ascensores...) y estructurales. Alrededor, el resto del espacio es diáfano, sin divisiones ni obstrucciones.
La fachada presenta esquinas circulares de acero y cristal continuo para permitir las vistas al exterior desde cualquier punto. Destaca el color ocre, que cada vez es más intenso, como consecuencia de la oxidación del acero de la fachada.
El edificio compagina el funcionalismo con la concepción orgánica.
Sáenz de Oiza trabajó también en la construcción de viviendas experimentales y sociales, como son las Viviendas en la M-30 de Madrid. Otras obras destacadas son el Palacio de Festivales de Santander, Los pabellones del IFEMA, en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid o la Torre Triana en Sevilla.
Nació el 12 de octubre de 1918 en Cáseda, Navarra. Estudió en la Escuela de Arquitectura de Madrid, recibiendo el "Premio Aníbal Álvarez" al mejor expediente académico. En 1947 obtiene la beca "Conde de Cartagena", de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para viajar a los Estados Unidos y ampliar su formación. Tiene gran influencia sobre él el panorama arquitectónico norteamericano y el empleo de las nuevas tecnologías que permiten construir de una forma más rápida y más funcional. Por eso, cuando en 1949, regresa a España, pretende renovar con esos parámetros la arquitectura española.
Se dedicó simultáneamente a la enseñanza y a la creación. Impartió clases de Salubridad e Higiene y posteriormente, fue profesor de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Su trayectoria como arquitecto supera el historicismo de la posguerra y evoluciona hacia el racionalismo y el organicismo.
Sáenz de Oiza murió en Madrid el 18 de julio de 2000 como consecuencia de una larga enfermedad.
Principales obras de Sáenz de Oiza
El Santua

Es un edificio religioso situado en el municipio de Oñate en Guipúzcoa (País Vasco). Ante la necesidad de la construcción de una nueva basílica, se abrió un concurso de ideas para la realización del proyecto. Las premisas eran las de respetar las construcciones monacales existentes y la entrada de la carretera. Se apuesta, además, por una construcción centrada en dos ideas: amplitud y relevancia artística.
El proyecto se adjudicó a Sáenz de Oiza y a Luís Loaarga. Junto a ellos intervinieron el escultor Jorge Oteiza en la fachada principal, el pintor Lucio Muñoz en la decoración del ábside y el escultor Eduardo Chillida en las puertas principales de acceso.
Las obras comenzaron en 1950 y los materiales empleados fueron el hormigón, la piedra y el acero. Se construyó sobre la antigua iglesia, que había sido levantada en el siglo XIX, después de ser destruida por el incendio de 1834 y se conservó la planta, que sirvió de cripta.
El Edificio Torres Blancas

El proyecto es de 1961. Se trata de un edificio de 71 metros de altura, con veintiuna plantas destinadas a viviendas y oficinas, más dos plantas adicionales en lo alto del edificio. Una de las plantas intermedias está reservada para las instalaciones generales y en la azotea hay una piscina.
El nombre hace referencia al proyecto original de Sáenz de Oiza, en el que aparecían dos edificios de mármol. Pero en realidad, se trata de una única torre de color gris, ya que el material empleado es el hormigón, que se deja visto.
La estructura del edificio es de hormigón armado y no tiene pilares, son las paredes externas y la estructura vertical interna, las que garantizan la función de sustentación.
El edificio mantiene referencias a dos grandes maestros, Le corbusier y Wright. Del racionalismo de Le Corbusier toma la idea construir viviendas con jardines en altura. Un edificio aislado en el paisaje, abierto a la luz y al sol, autosuficiente, con servicios en lo alto, como una especie de micro-ciudad. De Wright toma sus propuestas organicistas.
Finalmente, Oiza realiza una síntesis personal de ambas tendencias. Es un edificio de viviendas de gran altura, que va creciendo orgánicamente, como un árbol. Se estructura a base de cilindros rodeados por balcones que incorporan verticalmente las escaleras, los ascensores y las instalaciones.
El Edificio Torres Blancas está considerado como una de las obras maestras del organicismo español.
La Torre del Banco de Bilbao (1972-78)
Sáenz de Oiza hizo este edificio para que sirviera de sede al Banco de Bilbao, en el paseo de la Castellana de Madrid. Se levantó teniendo en cuenta que debajo del edificio estaba el túnel del ferrocarril. Por ello, la estructura se apoya en dos grandes pilas de hormigón situadas a ambos lados del túnel. La estructura central sostiene seis plataformas de hormigón pretensado y cada una soporta a su vez, cinco pisos de estructura metálica.
Se trata de una torre de 107 metros de altura, de planta rectangular, que cuenta con dos núcleos que son a la vez de servicios (escaleras, ascensores...) y estructurales. Alrededor, el resto del espacio es diáfano, sin divisiones ni obstrucciones.
La fachada presenta esquinas circulares de acero y cristal continuo para permitir las vistas al exterior desde cualquier punto. Destaca el color ocre, que cada vez es más intenso, como consecuencia de la oxidación del acero de la fachada.
El edificio compagina el funcionalismo con la concepción orgánica.
Sáenz de Oiza trabajó también en la construcción de viviendas experimentales y sociales, como son las Viviendas en la M-30 de Madrid. Otras obras destacadas son el Palacio de Festivales de Santander, Los pabellones del IFEMA, en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid o la Torre Triana en Sevilla.
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